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La vida durante Covid-19. 

Análisis de diferentes perspectivas en medio de la crisis sanitaria

Por: Cristian Lesmes

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Desde finales del 2019 China emitió una alerta por contagios masivos en la población de Wuhan al parecer por un nuevo virus que nunca antes se había visto. El brote se empezó a registrar tres meses antes de que el país emitiera un comunicado oficial, no le daban la importancia pertinente al problema sanitario. El 31 de diciembre del 2019 informaron que una gran cantidad de personas estaban llegando a hospitales con signos de neumonía, sin embargo, por los síntomas que presentaban determinaron que era un nuevo tipo de Coronavirus. Hacia el 13 de enero del 2020 se registra un contagio en Tailandia, primer caso fuera de China. Luego el brote se extiende a la mayor parte de Asia, sin afectar a Turkmenistán y Tayikistán. Finalizando enero el primer país europeo en registrar un contagio por Coronavirus fue Francia, y casi enseguida se presentaron casos en el resto de la población de dicho continente. El virus también llegó a América y el 25 de febrero Brasil registró sus primeros contagios, a la par también se estaban presentando en África y Oceanía. Finalmente, el 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente la pandemia por crisis sanitaria.

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Poco o nada es lo que sabemos del virus, la Dra. Maribel Arrieta, epidemióloga y presidenta del Sindicato de Anestesiólogos de Bogotá afirma que “se ha postulado que el origen tiene que ver con una transmisión de un coronavirus de una especie animal a una especie humana, y como nos han explicado existen distintos tipos y clases de coronavirus; los coronavirus son una familia de virus, este es uno nuevo y lo que produce es una infección en el organismo que se manifiesta con una severidad muy grande en el sistema respiratorio. La enfermedad comienza con una sintomatología que hace pensar en un resfriado, pero también se asemeja a la gripa H1N1”. Sus síntomas van desde fiebre alta, tos seca y neumonía hasta diarrea, vómitos, insuficiencia renal y síndrome respiratorio agudo severo (SARS), llegando hasta la muerte en el peor de los casos.

Pero además de la crisis sanitaria también se ha presentado una crisis en el sistema de salud, muchos centros médicos no dan abasto y el personal de salud denuncia que no les están pagando el sueldo pertinente y que no hay una dotación adecuada en los elementos de bioseguridad para tratar a los pacientes. “Hay un atraso en los pagos de los trabajadores de la salud, no se ha hecho la compra de los insumos de bioseguridad y esto es gravísimo porque todavía no hemos llegado al pico de la pandemia y no vemos el ritmo que se tiene que tener en la toma de decisiones para poder adelantar estos procesos. Eso es lo que nos preocupa, se están tomando decisiones equivocadas”, afirma la Dra. Carolina Corcho, psiquiatra y vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana. Esto lleva a un gran problema en el manejo que el país le da a la situación, no se pueden garantizar todos los controles y precauciones para la enfermedad si el gobierno tampoco garantiza la protección del personal.

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Por esta razón han adelantado una serie de protestas a las afueras de sus lugares de trabajo, con carteles y arengas argumentan que están constantemente expuestos a contraer el virus y que pese a eso no reciben la ayuda suficiente del gobierno. A esto también se suman tensiones anímicas y emocionales de los profesionales de la salud, el ambiente dentro de hospitales y clínicas es cada vez más pesado y la preocupación aumenta. Muchos médicos están siendo amenazados y discriminados, son expulsados de sus casas porque el dueño tiene miedo de contraer la enfermedad, la gente dice que ellos pueden tener el virus y llevarlo a cualquier parte por el simple hecho de pasar la mayoría del día junto a pacientes sintomáticos. En repetidas ocasiones han buscado alternativas para obtener la ayuda necesaria, pero como lo dice el Dr. Ernán Bayona, cirujano y presidente del Colegio Médico Colombiano, el Estado no les ha puesto atención. “El Ministerio de Salud y el Ministerio de Trabajo hacen caso omiso a nuestras exigencias. Ahora frente a la presión social y mediática tuvieron también que sentarse con la Federación Médica Colombiana, con el Colegio Médico Colombiano y otras agremiaciones con el ánimo de matizar el decreto, pero finalmente siguen las mismas cosas y nos prometió que iban a cambiar todas estas situaciones. Esperamos que esta vez cumplan, porque ya han incumplido en muchas ocasiones, no solamente con nuestro gremio sino con toda la población colombiana”. Dicho decreto al que se refiere el Dr. Bayona es el 539, expedido por el presidente Iván Duque el pasado 13 de abril y que ha causado inconformidades dentro del personal de la salud, ya que se plantea que tanto el Ministerio de Salud como Protección Social se harán cargo de los recursos y protocolos de bioseguridad necesarios para minimizar el problema sanitario, por lo tanto, de esta forma no hay garantías que favorezcan el salario y seguridad de médicos y enfermeras.

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Además, el Dr. Bayona también afirma que hay mucho estrés laboral, las personas suelen tener mucho temor y pánico mayormente cuando llega un nuevo paciente con aparentes síntomas respiratorios, pero pese a eso lo atienden y buscan hacerlo de la mejor manera. También comenta que muchos colegas han tomado la decisión de irse de sus casas, temen llevar el virus y contagiar a sus familias; la preocupación es alta, suelen tener episodios de ansiedad e incluso depresión, su salud mental peligra y el esfuerzo que hacen todos los días es causante de esto, y sin embargo y viendo estas circunstancias aún no tienen el debido apoyo gubernamental. “Yo lo veo como una expresión de dos cosas mezcladas, primero hay un gran desconocimiento de cómo es que nosotros trabajamos y cómo nos desempeñamos y desenvolvemos en medio de nuestra práctica, y segundo es la expresión también del miedo, porque la gente tiene miedo de morirse. Y yo lo veo como un gran desconocimiento porque nos dicen “es que ustedes nos van a contagiar a nosotros, porque es que ustedes están en los hospitales, tratando pacientes con coronavirus””, afirma la Dra. Arrieta.

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Por su parte la Dra. Corcho añade que “hay estudios que revelan que el personal médico en condiciones normales puede tener hasta tres veces más posibilidades de suicidio que la población regular. Por tanto, en épocas de pandemia esto puede volverse un asunto todavía peor.”

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Riesgo en la salud mental

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No sólo el personal médico padece de episodios de estrés y ansiedad, la demás población también está siendo vulnerable a sufrir distintos ataques que puedan comprometer su integridad emocional. La sociedad actual nunca había vivido una pandemia, por lo que el proceso de adaptación a la cuarentena ha sido muy complicado; en medio de la desesperación y el miedo al contagio, durante las primeras semanas de confinamiento los supermercados quedaban casi en su totalidad vacíos, muchas personas compraban grandes cantidades de papel higiénico y de alimentos como si se estuviera viviendo un fin del mundo. La colectividad había enloquecido y el individualismo de cada persona se mostró en su máxima expresión. Aumentaron los sentimientos de discriminación y odio hacia el otro, se marcó una clara división social entre los favorecidos, que pueden pasar la cuarentena de una forma más cómoda y sin preocupaciones, y los no tan favorecidos, que vivían del día a día y al no poder salir tampoco pueden generar ingresos, lo que hace que entren en una crisis económica y tengan que rebuscar de alguna forma el dinero para llevar alimentos a sus hogares y familias.

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En muchos casos se ha presentado un alza en la violencia doméstica. Según el gobierno nacional para mediados de abril había un aumento del 142% en las llamadas a la línea 155 por denuncias sobre violencia intrafamiliar durante el aislamiento obligatorio. Sin embargo, Jerjez Loayza, sociólogo y docente de la universidad Mayor de San Marcos de Perú afirma que “el distanciamiento obliga a las personas a desestresarse a nivel doméstico, esto provoca una serie de enfrentamientos domésticos con sus familias” y añade que en Perú ya se evidencia un alto porcentaje de violaciones sexuales durante la cuarentena, junto a un reporte de al menos siete feminicidios a finales del mes de abril. Según Jerjez el mayor detonante de estas confrontaciones es la falta de recursos y el declive en la economía del hogar.

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La adaptación a esta nueva forma de vida ha tenido un gran impacto en casi toda la población, el tiempo que el ser humano permanece fuera del hogar es mucho mayor al que frecuenta dentro, por lo tanto, han tenido que surgir nuevas estrategias para afrontar la situación y poder continuar con la vida sin salir de casa, por medio de teletrabajo o telestudio y a través de distintas plataformas para poder mantener la comunicación. Ciertamente uno de los principales elementos que caracteriza a la humanidad es la necesidad de ser y sentirse libres, “yo creo que durante muchos meses es muy difícil mantener una situación de confinamiento extremo porque afecta uno de los derechos fundamentales y necesidades que son el ejercicio de la libertad de movimiento” asegura David Redoli, sociólogo de la universidad de Salamanca, España, a la par también menciona que volver a adaptarse a la vida cotidiana una vez finalizada la emergencia va a ser muy difícil y todo va a depender de la posición social en la que cada persona se encuentre, por lo que considera que hay que prestarle mucha atención al factor psicológico de las personas, ya que muchos han perdido a familiares y otros se encuentran con complicaciones económicas, lo que puede empeorar la situación del orden social. Además, según Jerjez en las poblaciones vulnerables ha aumentado la pobreza, y se plantea una frase de “quédate en casa” que no puede ser aplicada para toda una sociedad sino nada más para ciertos sectores más beneficiados.

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Foto: El Tiempo

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La situación empeora con la indiferencia que el gobierno muestra ante la situación y la falta de ayudas a los de estratos más bajos. Un ejemplo de esto son los desalojos que se vienen presentando contra la comunidad de Altos de la Estancia en Ciudad Bolívar, donde la policía y el ESMAD sacan a las personas de los hogares que construyeron en diferentes lotes, los derrumban y las dejan a la deriva; a eso se suman los enfrentamientos entre el Escuadrón Antidisturbios y manifestantes del sur de la capital que protestan por la falta de garantías del Estado y su abandono a distintas comunidades. 

Con cacerolas, bloqueos viales y trapos rojos manifiestan que tienen hambre y no han recibido ayudas por parte del gobierno y en cambio, lo que reciben son gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y represión por mostrar su descontento. Ahora muchas familias están durmiendo en parques, sin saber qué hacer ni a dónde ir, con incertidumbre y miedo, pues además de no tener dónde dormir, también deben vivir con el peligro de contagiarse de COVID-19.

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Caída en la economía

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Debido al riesgo de contagio muchas empresas tuvieron que suspender sus actividades y con eso parar toda la producción, lo que llevó a que miles de trabajadores no pudieran laborar y por lo tanto no generar ingresos. El presidente Iván Duque decretó la cuarentena obligatoria hacia marzo de este año y con eso restringe a cientos de sectores de seguir trabajando, con excepción de 34 cargos que son de importancia durante la crisis sanitaria y por ende tienen los permisos para continuar ejerciendo; con esta noticia las empresas cierran sus puertas y los empleados son enviados a casa, algunos con suspensión de contratos, pero muchos otros despedidos. Para esto, Jorge Quintero, economista de la universidad de los Andes, explica que “las empresas están sufriendo doblemente, por un lado, sus trabajadores no pueden asistir a sus instalaciones para producir, pero, por otro lado, en caso de que puedan producir tienen la limitante de que no les sea fácil conseguir demanda para los bienes que producen por el hecho de la afectación en términos de los ingresos”.

Este problema en la producción aumenta el desempleo y con ello la pobreza, conseguir trabajo en estas épocas de pandemia está siendo complicado pese a que los distintos sectores de la economía se están reabriendo lentamente.

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Hacia finales de abril el mundo presenció una de las caídas más grandes del petróleo en los últimos años. Colombia se ve afectado en el sentido en que la mayoría de sus ingresos fiscales se dan por la producción petrolera, así que si los precios del crudo disminuyen así mismo lo harán los ingresos. “Esto hace que aumente el déficit de cuenta corriente, las dificultades fiscales para el país y esto genera un escenario de mucha más incertidumbre, mucha más preocupación (...)”, reitera Quintero, por lo tanto, el golpe que tiene la caída del petróleo en Colombia es significativo, aunque se estima que en países como Venezuela el impacto será mucho más fuerte, seguido de México y Brasil. También añade que los efectos internacionales serán mixtos, los países exportadores tendrán una situación fiscal muy complicada y una mayor caída en la producción de su producto interno bruto, pero por otro lado para los países importadores como China va a ser más fácil obtener el crudo al disminuir su precio y tener más posibilidades de adquirirlo para reactivar su economía de forma más sencilla.

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Nuevamente aquí vemos cómo los más afectados por la crisis económica son los estratos sociales bajos, muchos de ellos son vendedores informales y sus ingresos dependen de las ventas que hagan y varían según la cantidad, a la mayoría se les dificulta acceder a los escasos sistemas de financiamiento que proporciona el Estado. Pero realmente los afectados son todos, sin importar la condición social toda la población está teniendo más gastos y pocos ingresos, incluso los estratos sociales altos padecen diferentes preocupaciones que en partes son muy desiguales a las necesidades y preocupaciones de los más vulnerables. En varias ocasiones la cabeza de hogar y la única fuente de ingresos de una familia es el hombre, pero se han presentado casos en los que son despedidos de sus empleos y entran en una serie de conflictos económicos al no tener cómo subsistir durante el confinamiento, lo que genera mayor desigualdad y más trapos rojos en las ventanas de muchos hogares.

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El pasado 20 de mayo el presidente Duque anunció que la cuarentena se extiende de nuevo hasta el 31 de mayo, y el estado de emergencia continúa hasta el 31 de agosto. A su vez la ministra de educación, María Victoria Angulo, asegura que la educación tanto en colegios como universidades sigue de forma virtual hasta julio, y que después se empezarán a retomar las actividades académicas de forma alternativa, es decir, unos días se asiste presencialmente, pero otros se continúa de forma virtual.

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El lado positivo

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Indudablemente el mundo ha visto millones de fallecidos durante los primeros meses de la pandemia, pero a pesar de eso el medio ambiente es uno de los más beneficiados al disminuir la contaminación y la presencia de las personas en las calles, ya que al tener que estar en sus casas y no poder salir el ecosistema tiene un respiro significativo y la naturaleza junto a los animales han estado teniendo un descanso de todo el daño que les provoca la humanidad. A esto se suma la pausa en la producción de las industrias de todo el mundo, cosa que ha reducido el cambio climático, la emisión de gases de efecto invernadero y aumentado el desarrollo de las poblaciones de animales. También tiene implicaciones positivas para las personas, pues al aminorar la contaminación del aire también disminuye el riesgo de contraer enfermedades respiratorias.

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La fauna es la que más ha sacado provecho de la actual situación pública, las poblaciones de animales han aumentado en distintos lugares del mundo y se han avistado a familias enteras recorriendo las ciudades en busca de comida, de alguna forma están recuperando su territorio y, por ejemplo, en Italia, en los canales de Venecia se han visto un sinnúmero de peces y delfines nadando libremente por las aguas limpias al reducir el tráfico marino, en Japón grandes cantidades de ciervos visitan las ciudades vacías, en los cerros orientales de Bogotá las familias de zorros y osos pasean con más tranquilidad, los pavos reales se toman Madrid y en Tailandia decenas de monos recorren los mercados; igualmente en todo el mundo, donde los animales reconquistan sus tierras, la caza ha disminuido y han sido los más favorecidos por la aparición del virus.

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A la vez, Sergio afirma que “en el estudio científico, ambiental, esto es un indicador de que el efecto del ser humano es nocivo, pero hasta que no hemos parado de movernos, hasta que no hemos tenido que quedarnos encerrados en casa, no hemos visto el efecto que tenemos, no hemos sido conscientes”, claramente la presencia y accionar del ser humano en la naturaleza ha sido letal para el ecosistema, las playas solían estar llenas de basura al igual que el mar, los bosques siendo deforestados y los animales cazados, pero ahora eso está cambiando, y lo que resta por hacer de aquí en adelante una vez vaya cesando la pandemia es seguir cuidando el medio ambiente, no sólo cuando se presenten estas situaciones sino en cualquier momento, teniendo en cuenta que de eso depende el futuro de nuestro planeta y de toda la vida que hoy en día conocemos.

Foto: El Espectador

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Economistas como Jorge son conscientes que es indiscutible que se está generando y se va a seguir generando desempleo, ya que si las empresas no pueden producir pues no van a tener ingresos, y por consiguiente no van a tener cómo pagarle a sus empleados, por lo que se ven obligadas a despedir a su personal. A su vez uno de los sectores comerciales más afectados ha sido el turismo, los países al tener aeropuertos, fronteras cerradas y en confinamiento no pueden ni dejar entrar ni salir personas, por lo que empresas tanto hoteleras, como de agencias de viajes y aerolíneas también 

han entrado en una crisis que hasta que no se solucione la emergencia de contagios no podrá reactivar su economía ni buscar soluciones para no decaer y entrar en la quiebra. “En la medida en que esta situación se extienda estas empresas van a estar en una situación mucho más complicada y muchas de ellas van a tener que cerrar” afirma Quintero, junto a que según varias estimaciones en el mejor de los casos en Colombia habrá una pérdida de casi un millón y medio de empleos.

Foto: Cristian Lesmes

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“Un dato bastante importante es lo que se calcula que ha reducido China en cuanto a las emisiones, es decir, en el tiempo en el que ha estado parado el país se han reducido una estimación de 150 millones de toneladas métricas de C02” afirma Sergio Mansilla, ambientólogo de la universidad Autónoma de Madrid, España. Pero estos datos no sólo aplican para China, por ejemplo, la Agencia Espacial Europea publicó unas imágenes de Italia donde se evidencia un acortamiento notorio de los gases contaminantes. En España durante los primeros tres días de confinamiento hubo una reducción del 60% en el tránsito de vehículos lo que generó también una mejor calidad del aire. En la India la contaminación cayó un 50% y de igual forma en ciudades como Bogotá y Medellín se registró una disminución en la polución causada principalmente por el amplio tráfico vehicular y el transporte público; según Greenpeace 

“las actividades cotidianas, antes de las medidas de cuarentena por la pandemia, influyen en la mala calidad del aire que respiran de manera habitual millones de colombianos”.

Foto: Daniel Conde

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